jueves, 7 de febrero de 2013

Narrativa


Mal recuerdo, mal vivido


Por Erika Villegas Ramos

No dejo de recordar aquella escena cuando  la encontré sentada en la sala con la piel desgarrada y la criatura muerta.

No se borra de mi mente aquella imagen de Isabel muerta, sigue siendo tan dolorosa la pérdida, y no dejo de imaginar lo que pudimos ser, quizás la familia perfecta de este mediocre mundo,  pero las cosas fueron tan distintas que ahora no hay nada, no tengo nada de valor,  creo que ni mi propia vida es válida.

Sin mencionar que todo iba tan bien, la felicidad, armonía y el amor verdadero colmaba nuestras vidas, y esto fue por mucho tiempo, quizás 2 ó 3 años, no recuerdo bien… era tan feliz, mi vida tenía sentido, mis sentidos  se saciaban con ella, y los problemas no eran importantes porque ella era mi solución, que ¿cómo la conocí? Fue aquel martes de un caluroso y lluvioso junio, que podría jurar que al verme ella se enamoró de mí, me lo repetía tantas veces. Esa mirada tan tierna  y dulce obnubilaron mi cerebro y mi corazón, cómo me arrepiento de no poder mirarla como ella lo hizo. ¡Qué mal sabor me deja esto!

 Me da la impresión de que en esta asquerosa vida nada es perfecto y que nada es seguro, porque así como la  tuve a mi lado durante poco tiempo, así sé que jamás en mi vida la volveré a ver, y que lo que podía ser aún más único, era la unión de aquel pequeño ser que entre las dos íbamos a cuidar y a criar  juntas por el resto de nuestras vidas, pero el destino nos jugó mal  y ahora es inevitable este dolor.

Desconozco la causa de la muerte de Isabel, sé que tiene mucho que ver con la discriminación de mis padres hacia ella, me desgarra el que no puedan entender que independientemente de la persona que sea, yo era feliz, pero eso no les importaba, siempre era el qué dirán, todo es tan doloroso que ni el relatarte y recordar mi historia me deja tranquila.

Es una incógnita la muerte de Isabel, aún nadie sabe con exactitud qué fue lo que en verdad sucedió, al parecer el médico cree que fue un suicidio o el resultado de un aborto mal realizado, la confusión se apodera de mi vida, la tristeza no me da para más, e incluso las ganas de seguir relatándote mi historia acaban de fallecer.

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