martes, 18 de diciembre de 2012

Cultura y tradiciones


Guadalupe-Reyes, formalmente inaugurado

Por: Andrea Casco
Los mexicanos todo el año hacemos condición y preparamos el hígado para participar en el evento deportivo del año: el maratón Guadalupe-Reyes.


Para los mexicanos, diciembre más que la Navidad o el fin de año, es el pretexto para hilar fiestas y brindis y esta pseudo-tradición que se ha bautizado con el nombre de maratón Guadalupe-Reyes.
El nombre fue tomado del operativo de fin de año establecido por la policía de la ciudad de México, desde la llegada de los peregrinos de la basílica hasta las frenéticas compras que tiene su fin en la noche de día de reyes.
Sin nada que ver con el desgaste físico de correr los poco más de 42 kilómetros (de un verdadero maratón) éste es el más popular de los maratones mexicanos. Es realmente un periodo de bromas y de relajación sobre el abuso  de la comida y de la bebida que se suele pagar con unos kilos de más entre quienes lo siguen.
La idea ha tomado tal popularidad que ya cuenta con su definición en Wikipedia: “Este concepto se popularizó en la década de los 90, y se refiere de manera informal al periodo que comprende del 12 de diciembre (día de la Virgen de Guadalupe) al 6 de enero (Día de los Reyes Magos), sumando un total de 26 días. Durante este periodo existen tantas celebraciones que al ser tan continuas, crean un maratón de festividades.”
Otros “conocedores” acuñan este nombre a los operativos que realiza la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en esta temporada, y que justo denomina como de “Guadalupe-Reyes”, ya que realiza acciones específicas en ese periodo.
Pero sin importar el origen del nombre, para hacer honor a esta “actividad”, los mexicanos asisten al mayor número de reuniones que pueden y  el principal reto es mostrar resistencia ante los excesos de comida, bebidas y desveladas.
Preposadas, posadas, brindis, cenas de fin de año, fiestas entre amigos o con familiares, son algunas de las etapas de esta carrera.
Oficialmente el Maratón Guadalupe-Reyes arranca la noche del 11 de diciembre con el festejo a la Virgen de Guadalupe.
Luego vienen la preposadas, para iniciar el 16 de diciembre el periodo de posadas, las cuales concluyen hasta el 24 de diciembre, cuando es Nochebuena y al día siguiente la Navidad.
El 28 de diciembre se conmemora el Día de los Santos Inocentes y el 31 se festeja la víspera del Año Nuevo que entra el 1 de enero.
Para cerrar este maratón de fiestas viene la partida de la Rosca de Reyes, el 6 de enero, y aquellos que aún tienen fuerza se extienden hasta el 2 de febrero con la celebración de la Candelaria, donde la tradición es comer tamales.
Para unos todo es fiesta, y para otros el trabajo aumenta.
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), durante la época navideña la principal causa de atención son los traumatismos provocados por accidentes automovilísticos y quemaduras, seguido por los problemas metabólicos por la ingesta de alimentos propios de la época.
La Cruz Roja Mexicana reporta que en esta temporada los accidentes automovilísticos prácticamente se duplican, sobre todo la segunda quincena de diciembre, por la ingesta en exceso de bebidas alcohólicas.
También con las fiestas llega el exceso en las comidas y los problemas de salud. La gente prepara grandes cantidades de los platillos de temporada, como pavo, bacalao, romeritos, tostadas, pozole, tamales, ponche y un largo “etcétera”.
A cada fiesta o reunión a la que se acude es casi un requisito comer un plato de lo que ha preparado el anfitrión, pues resulta de mala educación rechazarlo.
Con una comida copiosa o rica en grasas, el organismo genera más ácidos gástricos para ayudar al estómago en la difícil tarea de digerir.
Si a esto le añadimos un gran volumen de alimentos, la consecuencia es lógica: el estómago o los intestinos se hinchan, provocando dolor, pesadez, flatulencias o acidez. Esto puede causar efectos secundarios, desde una indigestión hasta intoxicaciones, inflamación de la vesícula biliar y el páncreas.
Se recomienda comer con moderación, quizá raciones pequeñas para poder probar de todos los platillos.
Con motivo “del maratón Guadalupe-Reyes” en los últimos días ha llegado a mí, este correo que les quiero compartir:
A partir del día de hoy estaremos ausentes tomando un muy merecido descanso, para regresar con ustedes el 7 de enero de 2013. ¡Les deseamos felices fiestas, deseando para ustedes lo mejor para sus familias en el próximo año! Atentamente:
La lechuga, la jícama, el tomate, el pepino, la zanahoria, el pan integral, la granola, la verdura, la fruta, la leche light, el pescado.
P.D. En nuestra ausencia, los atenderán con el mismo gusto de siempre... Los tamales, el atole, el pavo, el relleno, el pozole, el menudo, la rosca, los buñuelos, el champurrado...Por su atención ¡Muchas gracias!”

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