miércoles, 5 de septiembre de 2012

El inicio de la guerra en internet


El inicio de la guerra en internet
Por: Martín V. Vargas

Que arrestan al gordo y se arma la gorda. Es parecido como a lo que pasó hace más de un siglo: Europa estaba en un ambiente bien tenso cuando a alguien se le ocurre matar al duque de Austria provocando la primera guerra mundial. Hace casi un año, el mundo de internet estaba en un ambiente muy tenso por las iniciativas SOPA y PIPA cuando el FBI se dio a la tarea de matar a Megaupload. Y que explota la primera guerra en internet.
     La causa de todo son los grandes dueños de derechos de autor: disqueras y casas productoras de cine y TV monopólicas.  Éstas quieren acabar con cualquier cosa que parezca piratería en línea. Lo intentaron por las buenas, hay que reconocerles, tratando de que pasaran unas leyes injustas que buscaban, en resumen, poder cerrar sitios extranjeros que violentaran contenidos gringos. Les falló; no contaban con internet (pareciera que ni lo conocen). Grandes .coms se sumaron a la lucha: Google, Wikipedia, Wired, entre otros. El numerito se les vino abajo.
     Entonces pasaron al plan B: hacerlo por las malas. Supuestamente llevaban dos años investigando a Megaupload, el sitio más popular para almacenar y compartir archivos de cómputo. El dueño y creador del sitio, un mega gordo llamado Kim Dotcom, ya había pisado la cárcel varias veces por fraudes en línea, hackeos y cosas similares, así que se agarraron de ahí para acusarlo a él y sus colegas de lavado de dinero y piratería. Y entonces lo encontraron, se llevaron sus autos de lujo, muchos millones en efectivo y los servidores de Megaupload, después tumbaron el sitio.
     Analizando esto, Megaupload era un servicio de hosting de archivos, el cual si bien dicen operaba fuera de la ley, de cierta manera no lo era, pues una empresa dedicada al hosting tiene un sistema de denuncia de archivos, el cual, al realizarse una denuncia, retiraba el archivo, pudiendo ser esto una solución para las disqueras, estudios y demás empresas que no querían su material distribuido en los servidores de Megaupload.  Algo bien claro es que Megaupload no iba a gastar su tiempo en revisar cada archivo, tal y como es el caso de la mayoría de los hosting de archivos, como Rapidshare, Hotfile, Fileserve, etcétera; es por eso que existen los sistemas de denuncia de archivos. El trabajo de las disqueras y demás debió ser localizar esos enlaces y denunciarlos, pues la responsabilidad de ese contenido no era de Megaupload, quien ofrecía solo el servicio de almacenar  archivos sin diferenciar  los mismos, tal y como se hace actualmente con los videos de Youtube.  La responsabilidad era de las empresas productoras haciendo algo tan sencillo como realizar denuncias para bajar el contenido no oficial, pero lamentablemente pese a que Megaupload si borraba los archivos reportados, los reportes eran mínimos. Megaupload obtenía sus ingresos de la venta de cuentas Premium, por lo que no era una manera ilícita de ganar dinero, pues el servicio que ofrecía cumplía con lo que prometía y en ningún momento te vendía contenido protegido.
    Ya mencionado lo anterior, podemos decir nuevamente que la responsabilidad no es de Megaupload, sino del usuario, pero es imposible salir a la caza de todos éstos y por ello se cierran sitios que lo único que hacen es linkear dicho contenido, tal es el caso de las acusaciones que se han realizado contra Taringa  y otros sitios que lamentablemente sí han sido cerrados. Si bien el dueño de Megaupload sabía del contenido que tenía en sus servidores, él no lo había puesto ahí, era responsabilidad del usuario.
     En el caso de archivos privados, lo más posible es que los usuarios que los tenían guardados ahí ya los hayan perdido de manera definitiva, ya que como se esperaba, el FBI no se molestó en ponerlos a disposición de sus dueños y no creemos que ahora sea una buena idea realizar un reclamo, pues aprovechando que eres o eras usuario podrían los canijos ponerte cargos por descarga de material protegido aunque realmente no lo hayas hecho.
     Después de esto, los autores intelectuales, los dueños de los derechos, festejaron el movimiento, seguramente como lo hicieron por la década del 2000 cuando tumbaron Napster, o cuando lograron cerrar Kazaa. Pero esta vez no fue igual: no contaron con el poder de las redes sociales, los hackers unidos y los ciberactivistas como Anonymous que, en nombre de la libertad, les tumbaron los sitios al FBI, Warner, Universal  y a una serie de sitios de defensores de los derechos de autor en todo el mundo. Y la guerra fue declarada. Después de unos meses vimos parte de esta guerra en donde se enlistaron más y más integrantes a cada bando.
     Mi pregunta es: ¿y los usuarios qué? ¿Dónde quedamos en el pleito?
     Pues para empezar, el FBI y compañía ya se pasaron de vivos. Que quieran detener la piratería en Megaupload es una cosa, y están en su derecho. Digo, no nos hagamos mensos, todos sabemos que en Megaupload se subían los contenidos de otros sitios como Cuevana y Taringa. Pero otra cosa es quedarse con los servidores de Megaupload con todo lo que tenían dentro, ¡la información de esos servidores pertenecen a los usuarios!
      Y parece que no les complace. Hace un tiempo vi lo de las nuevas leyes contra la falsificación, hay una que se llama ACTA (Acuerdo Comercial Anti-Falsificación), en la cual se ponen guapos entrándole a la prohibición de falsificaciones hasta de productos farmacéuticos. Recuerdo cuando podía ver un video a gusto de YouTube de diferentes nacionalidades. Ahora gracias a esa ley, incluso un video de Inglaterra de uno de mis grupos favoritos no puedo verlo porque el contenido no está disponible para mi país. Y eso no es nada, ahora después de ver unos 3 ó 4 videos, te tienes que chutar un molesto comercial sin posibilidad de omitirlo hasta después de 5 ó 10 segundos, eso sí, con el botón bien chiquito para que no puedas omitirlo.
    Con respecto a redes sociales y correo electrónico, la cosa no se queda atrás. Facebook con el tiempo ha desarrollado un súper algoritmo con el cual es posible saber desde tu ubicación geográfica, hasta tus gustos en chicas. Es muy impresionante y útil que esta red social te recomiende y encuentre a esos amigos que no volviste a ver desde la primaria o la chava que tanto te gustaba en las clases de inglés. Sin embargo, ahora no puedes salir más allá de tu localidad, bloqueando el acceso incluso a personas que viven en el municipio de al lado.
Hotmail también hace lo suyo, seguro antes de abrir la bandeja de entrada te apareció esa ventana que ya no te pide, te exige que le des un código postal, número de celular y hasta el nombre y ocupación del abuelo o del padre. Espero que sigas omitiéndolo porque si brindaste esos datos para salvarte de esa molesta pantalla, ya habrás dado casi el 70% de información para hacerte más secuestrable.
    A final de cuentas, hablando de la piratería, sería interesante ver que dejasen de hacerse sonsos los estudios cinematográficos y las disqueras, pues en el caso de las películas sus ganancias no se pierden y si se pierden es por culpa de ellos, como en todos lados existe corrupción, ésta se demuestra en la venta de los originales a piratas para su clonación y su distribución en la red o en formato físico, así mismo como en los cines en donde presumen de tener mucho aparato para bloquear cámaras y los mismos cines se prestan a dejar pasar una cámara y desactivar dicho sistema por un soborno.
      Si yo renté o accedí a recibir publicidad en un locker digital para guardar mi información privada o respaldos de mi máquina, no tienen ningún derecho a llevárselo sin mi autorización y mucho menos a andar hurgando en él. Y seguramente comenzarán una nueva cacería de brujas con los usuarios que tengan archivos con derechos de autor ahí. ¿Qué va a pasar si yo decidí respaldar toda la música que compré legalmente o películas que ripié de discos DVD que pagué para poderlos llevar en mi Playbook?
     Creo que eso de que los usuarios seamos “daño colateral” no me parece. Hagan su guerrita contra los piratas pero no molesten a los usuarios y la dinámica de internet. Así que si eres usuario de esos sitios tipo Taringa, debes descargar todo lo que puedas porque un día de estos podrías ser parte de los caídos en batalla.

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